Reflejo

Monday, March 10, 2008

Para Papá

Mi viejo.
Hoy 10 de marzo Papá Herminio cumple 90 años, tantos que se le acumulan en todo su cuerpo, cada vez más marchito, pequeño, lleno de manchas y frío, si frío, cuando lo saludo lo siento en su piel.
Papá Herminio es mi abuelo, el padre de mi madre, que como madre soltera nos lo prestó para que nos criara y nos regañara como sus hijas, pero con la ventaja -en mi caso- de que también me consintiera y que junto con mamá Esperanza me dieran los mejores momentos de mi infancia. Presumo de mis tardes jugando canicas en el suelo con él y mis tíos; de sentarme a su lado en el viejo sillón del Cemento a platicar o a escucharlo mientras bordaba (por órdenes de la abuela); de los aguacatazos que nos daba cuando no los levantábamos con prontitud por estar jugando en la milpa ¡y qué tino tenía!; de su juego de"tushtun" palabra que pronunciaba al picarnos las costillas; de las horas rogándole para que nos dejara ver en la tv el chavo del ocho (sigue controlando la única tv de la casa en su cuarto)y conmigo siempre al final cedía, por eso yo era la emisaria.
Desde que recuerdo no practicó una religión ni dejó a mi abuela hacerlo, no simpatizaba con la iglesia católica pero cuando cumplí XV años y mi abuela quiso celebrarlo con una misa mi abuelo estuvo presente, creo que la iglesia se llenó más por ir a verlo que por el evento; pocas veces se le vió allí. Es un hombre parco y estricto y me precio de haber sido receptora de muchas de sus pláticas alegres, irónicas o amargas (de él saqué mi ironía y mi parquedad).
Cierto que no es un dechado de virtudes, fué enérgico con algunos y condescendiente con otros, ojoalegre en su juventud (para mis pulgas) y etc. pero nadie es perfecto. Ahora su única compañía es mi abuela, los amigos con los que solía platicar por las tardes afuera de la casa recargados en una ventana, han muerto y con ellos su único nexo con el exterior. Ahora su andar es pausado, es más callado que de costumbre, las enfermedades son cada vez más frecuentes en su organismo y desconoce a muchos de sus nietos recientes o a veces hasta a sus hijos.
Ayer que le dí su beso y su abrazo de cumpleaños le dije que lo quería mucho por primera vez en mi vida y mi mayor consuelo es que enmedio de tantas caras conocidas y a veces desconocidas para él, a pesar de las duras facciones que aún conserva y de su parquedad sentí la ternura en su mirada porque aún me reconoció y besó a mis hijos con gran cariño.

2 Comments:

Blogger patas-chuecas said...

¡90 años! Es un buen.
Si me acuerdo de él, como no. A mí no me consentía como a tí pero digo, tampoco me iba mal con el, nunca me regaño o pegó a pesar de la lata que yo daba: pegarle a mis hermanas o a la Xochitl, hacer berrinche si me molestaban mucho, etc. De los aguacatazos, también los aventaba para divertirse. Mi mamá Esperanza luego le decía que ya se estuviera quieto, qeu si dolian, y el, con una risita bailando en sus delgados labios mientras alguno de nosotros se sobaba la cabeza. Yo le saqué lo huraño con la gente, no lo parco.

6:53 PM  
Blogger quique ruiz said...

Chale, casi lloro en el último párrafo.

9:59 AM  

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