Reflejo

Thursday, January 11, 2007

¿Será el destino?

Toño fué la primera persona que conocí al entrar a estudiar a la facultad de Arquitectura, dice que desde que me vió le gusté, siendo sinceros a mí me cayo muy bien pero nada más. Él se enamoró intensamente y yo -mula desde entonces- sólo jugué con su cariño que era muy sincero, lo dejé muy lastimado. Atribuyo esto a que a mis 17 años eran mayores mis deseos de conocer y tratar a más personas y no de formalizar una relación, él tenía 23 años.
Sin embargo, desde entonces entró en mi vida y lo consideré alguien muy importante con quien no perdí contacto a través de los años (aunque nos vimos poco); cada uno con nuevas parejas formamos nuestras respectivas familias. Fué testigo telefónico y paño de lágrimas del inicio y fin de mi relación tan duradera, intensa y tormentosa con Marco. Cuando nació mi niño Down él me dió palabras de aliento que para mí fueron muy valiosas en ese momento y de las cuales ya ni se acuerda (hombres al fin). Siendo sincera él fué como mi diario ambulante, sólo recurría a él cuando quería desahogarme y cuando las cosas iban bien pasaban meses sin llamadas telefónicas; él sólo escuchaba y escuchaba durante años, en raras ocasiones hablaba de sí mismo y por eso supe de su separación de pareja. Curiosamente mis problemas se acentuaban y las llamadas eran más frecuentes en los últimos años, él sólo escuchaba (y soñaba en silencio).
Mi relación tronó brutalmente después de 10 años de duración y reinicié mi camino junto a mi niño down. Dicen que los amigos se ven en los hospitales y en los funerales y en un hospital me dí cuenta cuan grande amigo había tenido desde hacía tanto tiempo: en la operación cardiaca de mi hijo. No es algo muy romántico pero allí reinició nuestra historia de pareja después de 12 años.
No ha sido fácil para ninguno de los 2 tratar de formar una familia a partir de trozos de 2 familias destruidas, congeniar hijos de distintas relaciones, formas de ser totalmente distintas y superar la herencia de mi anterior relación que aún me sigue costando. Con tesón ha ido sanando mis heridas, me regresó el amor propio que había perdido, soportó mis añoranzas al amor perdido, el coraje por la traición ajena, mi dolor por la enfermedad de Marco. Su mirada me conquistó y a través de sus ojos pude darme cuenta -en cierto momento- que podía perdonar, olvidar y darme una nueva oportunidad de vivir y dejar de llorar por el pasado. Él ha sido mi freno, mi guía, un apoyo incondicional; tiene la paciencia que no he logrado, la tranquilidad que a veces me saca de quicio, la estabilidad que buscaba, la nobleza que es inverosímil para mí y una disposición y cooperación total.
No acostumbro hablar y menos escribir de mí pero hoy Toño cumple años y quise darle de regalo algo diferente (no le gusta el pastel), antes le escribía mensajes en papelitos y al pasar de los años la rutina me hizo olvidar ese detalle, hoy quise retomarlo con una variante: compartirlo con alguien más (quien lea esto) . No es un gesto de cobardía pues imprimiré esto y se lo leeré en la noche con un par de traviesos como testigos para decirle que aunque ya no soy esa niña dulce que él conoció y quiso; ésta mujer muy mula aún, perfeccionista, celosa e impositiva, lo ama y quiere envejecer con él. Bueno por partes: primero deseo muchísimo que los 2 envejezcamos (que en estos tiempos ya es un lujo, pocos lo logran) y segundo que sea juntos.
Toño dice que es el destino que nos volvió a juntar... aún no lo sé.
Lo importante es aprovechar esta nueva oportunidad para ambos.

1 Comments:

Blogger patas-chuecas said...

feliz cumpleaños a Toño.
Su cuñada "mula 2".

4:13 PM  

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